• Límpialos con agua y jabón neutro. Sécalos con paño suaves.
• Evita limpiarlos en seco ya que se pueden rayar en caso de tener tierra. Puedes usar líquidos de limpieza especiales que venden en las ópticas.
• Poner y secar con ambas manos. Evita hacerlo con una sola mano ya que las varillas se fuerzan y en el largo plazo pierden tensión , haciendo que el lente quede suelto o se rompa.
• Evita usar tus lentes sobre la cabeza (ya sea óptico o de sol) ya que se daña el cristal.
• Guárdalos en su estuche, evita dejarlos sueltos.
• Evita colocarlos cerca de estufa o chimeneas, ya que se pueden deformar.

La razón por la que usamos lentes es por condiciones visuales y no por enfermedades, por lo que los lentes corrigen esa condición pero no la curan.

Las condiciones visuales más comunes por las que usamos lentes son Miopía, Hipermetropía, Astigmatismo y Presbicia. El lente busca que estas condiciones no aumenten (no que se reviertan).

• Personas con miopía tienen dificultad para tomar la micro, ver televisión o distinguir rostros a distancia. Tienden a acercarse mucho a las cosas.
• Personas con hipermetropía de valores bajos, en general mantienen la buena visión de cerca pero presentan dolor de cabeza y cansancio visual al leer o usar el computador.
• Personas con astigmatismo tienden a ver imágenes distorsionada, confundir los número o letras que se parecen (O con la C o 5 con el 6) y superponer letras al leer.

Dificultad para ver de cerca debido a la edad. En general comienza a partir de los 40 años y aumenta con el paso del tiempo. Tienden a alejar las cosas para ve con mayor nitidez.

No es necesario cambiar lentes todos los años. Lo importante es ir a controles visuales según los indique el profesional (en general es cada 1 o 2  años). Si el profesional considera que la condición visual no empeoró, el lente está en buen estado y se siente cómodo con él, no será necesario cambiarlo.

Muchas personas refieren irritación a los ojos, vista borrosa, cansancio visual y dolor de cabeza frente al uso de celulares o computadores, que aumentan al final del día los días de estudio o trabajo. 

La mayoría de estas molestias se deben principalmente a que, inconscientemente dejamos de parpadear a las pantallas y el ojo se seca, molestias las cuales disminuyen o desaparecen tras el uso de pantallas.

En el caso de las personas que tienen miopía, tienden a aumentar con el uso de pantallas.

Son lentes con potencias muy bajas (o sin potencia) con tratamientos o filtro azul es un filtro específico para el uso de pantallas y luz LED.

Independientemente el uso del lente, se sugiere descansar cada 15 minutos durante periodos largos de lectura o uso de computador. Debemos recordar que todo lente debe ser indicado por el profesional, para descartar otro tipo de afección.

Si usas lentes de contacto, debes sacártelos al menos 24 horas antes de tu consulta.

Pacientes diabéticos deben asistir con la glicemia controlada, medicamentos al día (no suspenderlos el día de la atención) y dieta liviana (evita bebidas, dulces y masa desde el día anterior). Si te haces el examen con un nivel de glicemia muy elevado (en general sobre 180 mg/dl), corres el riesgo que después veas mal con el lente.

Si usas lentes, llévalos el día de la atención independiente del estado en el que estén (quebrados o dañados), para medirlos, y evaluar si te aumentó o mantuvo el aumento. Si tienes una receta anterior también la puedes llevar.

Si estás embarazada, se sugiere esperar 6 semanas post parto para realizar el examen, ya que la visión varia constantemente producto de su condición.

Los lentes de contacto son buena alternativa cuando tenemos potencias elevadas o muy distintas en un ojo de otro. El uso correcto del lente de contacto no debería generar complicaciones. Pregunte a su profesional qué hacer y no hacer al momento de usar lentes de contacto.

En términos simples, dentro de los ojos no tenemos aire como un globo, tenemos un líquido, que entra y sale por distintas partes del ojo. Cuando ese líquido se acumula (porque se produjo mucho líquido o porque se tapo el conducto por donde tiene que salir), aumenta la presión dentro del ojo y aplasta el nervio óptico que conecta nuestros ojos con el cerebro.

El daño se produce en el nervio óptico es irreversible, es decir, la visión que se pierden con el glaucoma no se recupera con ningún tratamiento y a largo plazo y sin control puede generar ceguera.

Los tratamientos del glaucoma (gotas o cirugía) buscan que la enfermedad no avance. En general, no produce síntomas (dolor o molestias) y la pérdida de visión es progresiva.

• ¿Cómo saber si tengo glaucoma?

Solicita examen de PRESIÓN INTRAOCULAR en tus controles oftalmológicos (se debe complementar con otros exámenes en caso de sospecha de glaucoma).

• ¿Quiénes tienen más riesgos de generar glaucoma?

Personas mayores de 40 años, con enfermedades crónicas (diabetes o hipertensión) y antecedentes familiares de glaucoma.

Ambas se venden en farmacias comunes sin receta.

Las lágrimas artificiales son lubricantes oculares, evitan molestias por ojo seco (sensación de arenilla y ojo rojo). Aplicar 1 a 3 gotas en cada ojo al día, dependiendo del nivel de molestias.

Las gotas para el ojo rojo (red off o clarimir) eliminan el color rojo de los ojos pero no la causa que lo produce. La forma en la que actúan es que “aprietan” los vasos sanguíneos durante un tiempo y al no fluir tanta sangre, el color rojo de los ojos se quita, pero al pasar el efecto de la gota, los ojos se suelen poner aún más rojos que antes. Es recomendable evitarlas o usarlas ocasionalmente.

A menudo el aumento o cambios en el nivel de azúcar en la sangre causan visión borrosa. Lo que provoca que ciertos días veamos mejor que otros con nuestros lentes. La diabetes mal controlada afecta los vasos sanguíneos de todo el cuerpo, entre ellos, los pequeños vasos sanguíneos que se encuentran en la retina, lo que se conoce como Retinopatía Diabética, lo que puede llegar a generar ceguera.

Un diagnóstico precoz y buen control de nuestra diabetes no debería generar problemas visuales.

Todo paciente diabético debería realizarse Fondo de ojo una vez al año, que examina si hay daño en los vasos sanguíneos de la retina producto de la diabetes.

No afecta la visión como tal, pero los ojos claros tienen mayor sensibilidad a la luz, sin embargo, no significa que vayan a sufrir algún tipo de enfermedad por este motivo.

Los únicos dos profesionales autorizados legalmente a realizar examen de refracción (prescripción de lentes) son los médicos oftalmólogos y tecnólogos médicos mención oftalmología.

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